viernes, 29 de julio de 2011

GUERRAS PÚNICAS

GUERRAS PÚNICASLas Guerras Púnicas fueron una serie de tres guerras que enfrentaron entre los años 264 a. C. y 146 a. Reciben su nombre del etnónimo latino Pūnicī nombre usado por los romanos para los cartagineses y sus ancestros fenicios. Por su parte los cartagineses llamaron a estos conflictos "guerras romanas".

Causa: La principal causa de las Guerras Púnicas fue el choque de intereses entre el imperio cartaginés existente y la ampliación de la República romana.

PRIMERA GUERRA PÚNICA (264 AL 241 A. C.):

Causas: Hegemonía en el mediterráneo occidental
La isla de Sicilia estaba dividida en tres partes, una de ellas estaba controlada por los cartagineses, otra por los mamertinos y la tercera por los siracusanos. Los mamertinos se vieron invadidos por los siracusanos encabezados por Hieron II y posteriormente por los cartagineses, en parte debido a que Cartago no deseaba perder su control en Sicilia en favor del pueblo romano, por ello y ante la escasa posibilidad de ofrecer resistencia los mamertinos decidieron buscar apoyo entre sus vecinos los romanos.

Roma sin tradición naval para contrarrestar a los cartagineses, armó rápidamente una importante flota en los astilleros de las ciudades griegas.


Los romanos vencieron en:
La Batalla de Milas, año 260 a. C. (Destaca el general romano Cayo Duilio).
La Batalla del Cabo Ecnomo, 256 a. C. (la mayor batalla naval de la Antigüedad)
Los éxitos en el mar permitieron la intervención romana en Córcega.

Los romanos fueron vencidos en:
Batalla de los llanos del Bagradas 255 a. C. ( Destaca el general cartaginés Jantipo)
Batalla de Drépano en el año 249 a. C (destaca el general Aderbal)


Para lograr vencer los romanos firmaron un nuevo tratado de amistad y alianza con Hierón II, por el cual Siracusa dejaba de ser tributaria de Roma e Hierón se declaró amigo eterno de los romanos. Cayo Lutacio Cátulo, consiguió en la Batalla de las Islas Egadas una victoria decisiva Frente al General Cartaginense Amílca Barca. Cartago pidió la paz, a consecuencia de la cual tuvo que abandonar sus posesiones en Sicilia, comprometiéndose a respetar a Hierón de Siracusa y a una indemnización de guerra de 3.200 talentos. El Tratado de Lutacio Cátulo puso fin oficialmente a la Primera Guerra Púnica.

SEGUNDA GUERRA PÚNICA


Causa: Toma y destrucción de Sagunto, ciudad hispana aliada de Roma.
Cartago para recuperarse de sus pérdidas territoriales inició una política de expansión en la Península Ibérica, apoderándose de las minas de plata de Cartagena y Andalucía, las más ricas del Mediterráneo en la Antigüedad. La empresa fue iniciada en el 237 a. C. por Amílcar Barca, que dominó casi toda Andalucía, y la continuó su yerno Asdrúbal “El Bello”, fundador de la ciudad Cartago Nova, actual Cartagena. Roma observó con recelo la expansión púnica en Hispania, en el 226 a. C. se estableció un tratado según el cual el límite de las respectivas zonas de influencia se fijaba en el río Ebro (Tratado de Ebro). Aníbal asedió la ciudad de Sagunto (aliado de Roma) en la primavera del 219 a. C. tras una dura resistencia, tomó la ciudad a los pocos meses. Un año después, en la primavera del 218 a. C., Roma declaró la guerra.

Aníbal trató de aplastar a los romanos llevando la guerra a su propio país, para lo cual el ejército cartaginés tuvo que realizar una expedición sumamente comprometida: partiendo de sus bases hispanas, atravesaron los Pirineos y después los Alpes con varios miles de hombres, caballos y algunos elefantes (70.000 norteafricanos e íbero). Consiguió derrotar a los romanos en el río Tesino, el lago Trasimeno 217 a. C. y en la decisiva Batalla de Cannas, donde quebrantó el poder militar romano dejando Italia indefensa, quedando libre el camino hacia Roma.

Aníbal, posiblemente por insuficiencia de medios, no se atrevió al ataque directo a la capital, desviándose hacia el sur de Italia, con la esperanza de conseguir la sublevación contra Roma de los pueblos itálicos meridionales y las ciudades griegas. A pesar de la gran victoria de Cannas 216 a. C., Aníbal quedó finalmente inmovilizado.

Cneo y Publio Cornelio Escipión habían planeado una hábil contraofensiva buscando tomar el control de la península ibérica, pero fueron fueron derrotados y muertos en su intento de penetración hacia Andalucía (Asesinados por Asdrúbal Barca), pero en el 210 a. C. el hijo de Publio, Publio Cornelio Escipión "el Africano", obtuvo nuevas victorias para Roma, con la toma de Cartago Nova en 204 a. C., golpe decisivo al control cartaginés en Hispania. Al año siguiente, Cádiz cambiaría de bando, uniéndose a Roma, quedando así todo el litoral mediterráneo peninsular en poder de los romanos. Derrotado Asdrúbal Barca, con los restos de su ejército, se dirigió a Italia siguiendo los pasos de su hermano Aníbal, a fin de reunirse con él.

Asdrúbal envió mensajes a Aníbal en los que le expresaba su deseo de reunirse con él en la zona de Umbría, en Italia central. Sin embargo, los correos cayeron en manos del cónsul romano Claudio Nerón. Los romanos con 40 000 hombres derrotaron totalmente a Asdrúbal en la Batalla del Metauro, donde este último perdió la vida. Hallándose Aníbal en Italia sin posibilidades ofensivas y terminada la guerra en Hispania, Roma proyectó el asalto directo a Cartago. Ante el grave peligro, los cartagineses llamaron a Aníbal, que pasó de Italia a Cartago en el 203 a. C. Los romanos y cartagineses se enfrentaron en la decisiva batalla de Zama en el 202 a. C., con la total victoria romana.

Cartago pidió la paz, cuyas condiciones fueron muy duras: entrega de la marina de guerra, de los elefantes utilizados en el ejército, de los mercenarios itálicos, reducción del territorio cartaginés metropolitano y reconocimiento de la independencia del reino de Numidia, con el cual se comprometía a no entrar en guerra, renuncia a todas las posesiones hispánicas y una indemnización de guerra de 10.000 talentos, a pagar en 50 años. Ello representaba el fin de Cartago como gran potencia, y la hegemonía de Roma sobre el Mediterráneo occidental.
TERCERA GUERRA PÚNICA


Causas: Cartago declara la guerra a Numidia sin permiso de Roma.
Cartago cumplió el tratado y procuró rehacer su economía apoyándose en el comercio por mar y en una importante expansión de la agricultura, lo que despertó recelos en Roma. En especial, el grupo aristocrático conservador consideró necesario aniquilar a Cartago. Su portavoz fue Marco Porcio Catón, llamado el Censor, cuyas arengas anti-cartaginesas son famosas, soliendo terminar todos sus discursos concienzudamente con la célebre frase: «Cartago debe ser destruida».
La ocasión la proporcionaron los ataques del rey númida Masinisa, que hostigaba a los cartagineses sin que éstos pudieran responder, según las cláusulas del tratado citado. Cuando intentaron defenderse con las armas, Roma les declaró una guerra que no podían ganar. El final de la Tercera Guerra Púnica supuso el fin del poder cartaginés. La ciudad fue arrasada por Cornelio Escipión Emiliano y su población exterminada, los pocos supervivientes fueron vendidos como esclavos. Las demás ciudades del norte de África que apoyaron a Cartago corrieron la misma suerte. En total, los romanos destruyeron cinco ciudades africanas de cultura púnica aliadas de Cartago. Las que se rindieron desde el comienzo de la guerra fueron declaradas libres y conservaron sus territorios. Las antiguas posesiones de Cartago constituyeron la nueva provincia romana de África, con capital en Útica, entregando algunos territorios a Masinisa por su ayuda a Roma durante la guerra.

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